Cuando te enfrentás al espejo donde se refleja lo
físico ves lo que él te devuelve, obviamente, pero "Mi espejo" que es
en este caso "Tu espejo" ("El poeta") mi soneto ganador en
aquel concurso que decidí presentarlo, lo fue así por todo el trasfondo que a
consideración de quienes lo juzgaron, vieron en él, reflejado el pensamiento
exacto de su autor, interpretando hacia donde apunta el contenido implícito que
a simple vista en primer plano pareciera explícito, pero que entre líneas en
sus catorce versos que lo integran (tal como es el caso de un soneto, con su
rima estrictamente pautada, lo que hace muy difícil a quien lo crea, poder
expresar con inteligencia emocional todo lo que se quiere decir, siendo que en
otras clases de poesías o poemas u otras formas de prosa y narraciones, se hace
más sencillo y más simple, menos complicado transmitir el pensamiento del
escritor en la dimensión exacta donde él observa y ve al momento de escribir
creando en lo posible con plena exactitud, lo que él ve y siente, e intrínsecamente
lleva la complejidad de las diferentes interpretaciones que se le pueda dar,
según el interlocutor o el lector, cual sea el caso). Existe otra clase de
reflejos que traspasan lo físico, si lo leés y lo leés y lo leés, encontrarás
quizás el secreto de su contenido exacto, más allá del eufemismo que compone en
sí en ese caso a un simple espejo, y cuya finalidad en sí es que el espejo
también observa a quien se mira en él, y le devuelve lo que quiere devolverle,
lo que precisamente el poeta ve, porque el espejo como podrás apreciar en su
título, entre paréntesis, es el poeta, y es quien describe lo que él ve de
quien se mira, no siendo siempre exactamente lo que quien se mira ve.
El concepto tiene magia, la magia de que el
espejo no está viendo en el trasfondo de sus catorce líneas (versos en este
caso) lo mismo que observa quien lo enfrenta, ya sea cuando alguien alguna vez
se mira al espejo y recuerda y usa su memoria, o bien cuando se observa en
forma irrelevante, o bien se mira profundamente y a través de sus ojos entra en
su alma al observarse, y en ese caso entra en contacto con él, con el espejo
que es quien ya le ha leído el alma, en cuanto se enfrentó a él, porque el
espejo observa otras cosas, y no todas esas que de pronto el mirador observa,
tal como describí recién, sino que el espejo observa puntualmente lo que hay
que observar en todo su conjunto de imagen, pero lee el pensamiento de quien se
está mirando en él, y siempre se lo lee, sea quien sea que se mire en ese
espejo de mi poesía.
Como verás, no se habla de un espejo al que vos
hacés referencia estar viendo todas esas características que me describiste acá
de tu persona física, sino que metafóricamente, al parecer suena como eso,
siendo que en sí hay otra clase de espejo que en mi caso expresa el poema,
jugando con el simbolismo, la metáfora, y las comparaciones que a primera vista
le vienen a los humanos cuando se habla de un espejo, pero la cosa es otra, que
hay junto a ese espejo, porque el espejo es el poeta, y es quien lee al soneto
de ese poeta que escribió en esa dimensión ese espejo.
Y mi respuesta es:
"Ante ti está tu espejo" Pero un
espejo en el que hay que observarse de una manera no convencional, para no ver
lo que siempre mirás cuando mirás en un espejo, sea cuando fuere, y cual fuera
el espejo, y en el momento cualquiera de tu vida física en el espacio tiempo,
ya que existe otra forma, hay una manera diferente de comunicarse frente a él,
y es esa forma, la de mirarse profundamente ante él más allá de lo que se ve a
simple vista, y entrar en el espejo... para en este caso concluir, saber que
quien lo escribe, o sea el poeta, sabe lo que quien se mira allí, siente,
piensa, desea, quiere, y sueña, entre tantas otras cosas que puedan estar
pasando en su mente si es capaz de meterse dentro del espejo, a las
profundidades de él, donde se encontrará con cosas que no se ven con los ojos
que quien se mira está utilizando, sino que descubre que dentro del espejo
yacen otros ojos que lo están mirando a quien se observa, pero no son sus ojos,
ni son ese tipo de ojos que hasta ese momento conocía como ojos. Ricardo Víctor Doria
"Ante ti, está tu espejo... Mírate en él... Y recuerda este soneto por su nombre. Es un viaje imaginativo... Luego... piensa lo que has sentido realmente, en ese viaje al que te lleva el contenido."
*Ricardo Víctor Doria*
*Porque viajando con la mente y con el
alma, muchas veces llegamos a lugares tan hermosos o más... que viajando
por el sendero de la propia realidad.
Y así se enteran ahora en este viaje, por
esa vivencia que simula la descripción del texto, y sugiere que habíamos
estado alguna vez en esta situación que describe particularmente la
poesía, guardando semejanza con muchos espejos... Donde dos vivencias
individuales, la imaginada por el autor, y la del eventual
lector, cuando este último reteniendo imágenes generadas en la
lectura, puede llegar a descifrar la mística enigmática oculta, con
lo que le dicta la lectura en sí, porque produce la sensación de haberlo vivido
alguna vez, frente a algún espejo, pero no se sabe definir
exactamente cuándo.
Al menos en el viaje efímero y virtual,
se refleja esta vivencia imaginativa, que lleva a lo real.
En el soneto se refleja matemáticamente
una simbiosis de la realidad, de lo imaginado, y lo sucedido alguna vez. En sí,
ésta es la virtud de la literatura y la poesía, y que individualmente con cada
poeta, cada poesía, trasluce a la realidad.*
*Ganadora del primer premio del concurso: Revelación de poesía 1998.*
Otorgado el 29 de Septiembre de 1998, por la escritora Marcela Solá, presidenta del jurado que otorgó junto a otros seis miembros dicha mención en el diario "La Nación". Al año siguiente en 1999, se le adjudicó mención de honor, al publicarse el libro "Pensamientos del alma".
*Marca Registrada: I.N.P.I.*
*Nota escrita por el autor en agradecimiento por el primer premio del concurso*